El Balanced scorecard (BSC) o cuadro de mando integral (CMI) es una herramienta digital eficiente y poderosa que permite dar seguimiento a los objetivos estratégicos de una compañía desde un nivel ejecutivo, mediante elementos gráficos de análisis que arrojan datos empíricos para mejorar su desempeño financiero.
Conozca de qué se trata esta herramienta de gestión y aplíquelo a tu negocio. En el siguiente artículo le daremos la información que necesita para hacerlo. ¡Ponte en acción y mejora el rendimiento a base de gestión estratégica y no de intuición!
¿Qué es el balanced scorecard o cuadro de mando integral?
Balanced scorecard (BSC) o en español cuadro de mando integral es una metodología para traducir la planeación estratégica de un negocio.
Esta herramienta identifica lo que debe monitorearse partiendo de Business Intelligence, en español inteligencia de negocios, con el fin de obtener resultados de las acciones que el negocio va haciendo, luego comunicarlas en todos los niveles de la empresa y hacerles el seguimiento en cada una de sus fases.
Este desempeño futuro hará la diferencia en cuanto a los resultados en su compañía a corto plazo.
¿Quién creó esta metodología?
Robert Kaplan y David Norton fueron los creadores de este método de gestión empresarial en la década de los años noventa. El concepto de Cuadro de mando Integral – CMI lo divulgaron en enero de 1992 en una edición de la revista Harvard Business Review donde dieron a conocer su modelo de gestión basado en indicadores financieros.
Resultó para la comunidad de emprendedores una gran novedad, ya que la herramienta partía de las características integrales de cada empresa e integraba no solo la contabilidad en sus registros, sino las intangibles como las habilidades y motivaciones de los empleados al cuadro de variantes del éxito de un negocio.
¿Para qué sirve?
Esta herramienta de gestión sirve para alcanzar los objetivos estratégicos propuestos en los niveles gerenciales, asimismo, para fijar indicadores que demuestren cuáles metas y resultados financieros se están alcanzando.
Con esta metodología es posible trazar un mapa de desempeño financiero y desempeño futuro apoyándose en la estrategia de la empresa. Gracias a esta herramienta es posible obtener respuestas a viejos dolores, a acciones de marketing e inversiones hechas sin mayores resultados, dado que todo el resultado está basado en cuadros de datos de la realidad del negocio.
Esta metodología es compatible con otros modelos de gestión de calidad. Por ejemplo, las Normas ISO, un sistema de gestión que sirve para supervisar y gestionar la calidad en toda la empresa.
El cuadro de mando es un mapa estratégico muy útil para revisar el cumplimiento de objetivos e iniciativas estratégicas, además, tiene el objetivo de detectar las oportunidades, cambiar la marcha o repetir acciones en caso de que estas estén dando sus frutos y así obtener una propuesta de valor.
Este sistema de gestión previene la toma de decisiones instintivas o erróneas. Evita un gran porcentaje de equivocaciones en las variantes que son descontextualizadas, o decisiones tomadas por experiencias pasadas de alguno de sus trabajadores, lo que conduce a la pérdida de oportunidades en la creación de valor de los recursos de las empresas.
En este plan de acción las métricas y los datos se recaudan de manera empírica, recordemos que cada organización es única, si bien alguien puede traer bagaje de experiencias anteriores pueden no funcionar las mismas prácticas que en el pasado, para eso sirve este método de resultados.
Perspectivas del balanced scorecard
El balanced scorecard (BSC) se puede dividir en estas 4 perspectivas aunque no son las únicas existentes sino las más comunes, y las que pueden adaptarse a una mayor cantidad de empresas.
Perspectiva financiera
Este criterio es el más antiguo, ya que las métricas de los parámetros financieros siempre han sido los primeros índices que se observaron en la historia comercial de las empresas.
Como reflejo de productividad la perspectiva financiera ha cometido errores de miopía al no integrar los activos intangibles. Por ejemplo las relaciones con los clientes, la participación del bien o servicios en determinados sectores industriales como incluye este sistema.
Este criterio se basa en el chequeo de qué está pasando actualmente en las finanzas, en las inversiones, en las acciones aplicadas a nuevos productos en el mercado que sigue el plan de acción, es decir en cuál es la relación causa-efecto de las inversiones.
Justamente el balanced scorecard, no solo tiene esta perspectiva de valores financieros a la hora de arrojar resultados, sino que está basado en un sistema de administración que engloba todas estas perspectivas y más.
Perspectiva del cliente
Es el momento de preguntarte:
- ¿Quién es mi cliente?
- ¿Cuál es mi mercado?
Saber quién es mi cliente te permitirá tomar decisiones y plantear estrategias de marketing direccionadas a un cierto segmento u objetivo predeterminado por las áreas que se encargan de saber a quién debes ofrecerle el servicio, bien o producto, cómo son sus características de compra, qué esperan, etc.
De igual forma, comprender cuál es el mercado o sector industrial en el que participas es importante, ya que tu cliente ideal participa y compone el mismo. Hoy en día se pueden realizar acciones para averiguarlo mediante sistemas de información de marketing que arroja una serie de indicadores que construyen la persona buyer o el perfil de mi cliente ideal.
Las decisiones estratégicas de los directivos deben estar alineadas con esta caracterización objetiva y subjetiva del cliente y el mercado en el que se participa. Tomar esta investigación como punto de partida es lo que luego te proporcionará rendimientos financieros futuros de categoría superior, la satisfacción del cliente y el crecimiento del emprendimiento.
Perspectiva de los procesos internos
Los procesos internos fueron pensados en torno a objetivos e iniciativas relacionadas a la misión y visión de la compañía que forman parte del plan estratégico. Los líderes de las áreas y directivos deben coordinar dichos procesos, de manera que los mismos garanticen que los equipos de trabajo lleguen a cumplir con los objetivos.
Respetar los procesos, el desarrollo pautado en la planeación estratégica, los tiempos de entrega y resultados esperados será lo que determine en gran parte el futuro de la empresa.
Muchas áreas suelen estar interconectadas en sus actividades, unas dependen de las otras para avanzar con su trabajo. Respetar y llevar a cabo los procesos cumpliendo con lo establecido garantiza el resultado.
Perspectiva de aprendizaje y crecimiento
Este criterio se basa en el crecimiento y en los planes de un negocio a corto y a largo plazo. Hay que lograr formación y crecimiento en 3 áreas: personas, sistemas y clima organizacional para garantizar el despegue del negocio y lo que es más difícil el sostenimiento.
Estos identificadores están relacionados con la capacitación a personas, software o desarrollos, máquinas e instalaciones, tecnología y todo lo que hay que potenciar para alcanzar los objetivos de las perspectivas anteriores.
Bondades del balanced scorecard
Organizar los recursos para llevar a cabo la estrategia
Se debe garantizar partir de una estrategia de la organización en conjunto, es decir las distintas áreas que forman parte del proyecto deben conocer los objetivos financieros, los objetivos a corto, mediano y largo plazo que persigue la compañía.
Asimismo, cada área debe comunicarse a través de un sistema de información interno, el cual transmitirá qué acción se necesita monitorear para obtener datos de los resultados y después notificar en todos los niveles de la empresa. Este sería el camino ideal para formalizar un proceso efectivo y llevar a cabo la estrategia global de la compañía.
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Mejorar la comunicación entre los miembros de la empresa
Para orientar los recursos, la perspectiva de procesos internos, la sinergia, el capital humano y la alineación de los empleados hacia la visión de la empresa debe ejecutarse los planes de acción con el propósito de comunicar en las distintas áreas del equipo de trabajo los procesos, recibir la información y resultados de los mismos.
Crear una ruta a seguir
La planeación estratégica de un negocio marca el punto de vista, el camino hacia el que deben encaminarse los esfuerzos individuales y del equipo de una empresa. El cuadro permite trazar la ruta organizativa para los procesos.
Establecer los KPI’s
Los KPI en español, «indicadores claves de desempeño» son las variables, factores y unidades de medida para generar una estrategia de marketing. La nueva visión de procesos del Balanced ScoreCard en los negocios se basa en herramientas digitales que permiten dar un soporte adicional a la toma de decisiones con base en evidencias formales.
¡Qué esperas para poner en práctica esta herramienta de gestión de tu negocio! Continúa aprendiendo sobre más estrategias de marketing para tu negocio en el blog de Meaningful.
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